Tecnologías Ómicas Aplicadas al Estudio del Linfoma de Células B

El Linfoma de Células B es una neoplasia hematológica frecuente, que ocupa el octavo puesto entre las neoplasias del mundo. Se estima que el linfoma de células B corresponde al 30 y 40% de todos los tipos de linfomas no Hodgkin diagnosticados anualmente (1). Su diagnóstico se basa en el examen clínico y el estudio anatomopatológico y la estadificación se realiza con tomografía (TC) y tomografía por emisión de positrones (PET-TC, 1). Por otro lado, los avances en la medicina de precisión han contribuido para una revolución en el diagnóstico y tratamiento de pacientes oncológicos (2). Estos avances permiten definir estrategias personalizadas de tratamiento de acuerdo con las características fenotípicas y genéticas de la enfermedad (3).
Una de las herramientas actuales para el desarrollo de la medicina personalizada es la metabolómica (4). Al detectar pequeñas moléculas en diferentes tipos de muestras biológicas es posible realizar la identificación de biomarcadores para la detección, el diagnóstico y el seguimiento del cáncer (5). Para el caso de los linfomas de células B, la metabolómica ha contribuido con una mejor comprensión de los mecanismos fisiopatológicos.
En este contexto, este estudio propone la utilización de herramientas metabolómicas para la búsqueda de biomarcadores para el pronóstico del Linfoma de Células B, lo que puede generar el descubrimiento metabolitos asociados al tratamiento y respuesta de los pacientes, además de mejorar la comprensión de los mecanismos que causan esta enfermedad.

Determinar el perfil metabolómico del plasma de pacientes con Linfoma Difuso de células grandes B y linfomas B de alto grado antes y durante el tratamiento mediante el análisis de cromatografía líquida acoplada a la espectrometría de masas.